La Viceconsejería de Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha ha dado inicio al expediente para declarar el Carnaval de Herencia como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Bien Inmaterial. La resolución, publicada este viernes en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) y recogida por Europa Press, destaca la singularidad de esta festividad y su profundo arraigo histórico y cultural.
Según la documentación presentada por el Ayuntamiento de Herencia, el carnaval presenta diversas manifestaciones que conviene distinguir para comprender su relevancia. Entre ellas, el Carnaval de Ánimas se erige como la más antigua, con una cofradía cuyos orígenes se remontan al siglo XVI y que ha sido recientemente refundada. Esta expresión festiva, en su origen, contrastaba con el carnaval popular y permitió la pervivencia del concepto carnavalístico durante los años centrales del siglo XX.
El Carnaval de Ánimas está vinculado a la figura de los mayordomos y la mayordomía, así como a la tradición de los gremios y las jinetas, representativos de los sectores productivos locales. Sus principales actividades incluyen el culto a las ánimas y la elaboración de dulces tradicionales como la rosca utrera, el puñao, el hornazo y las agallillas.
El Carnaval de Máscaras: esencia popular y transgresora
Otra de las manifestaciones clave es el Carnaval de Máscaras, característico de La Mancha. Este carnaval se distingue por la permisividad y el descontrol típicos de esta festividad, con la participación de enmascarados que inundan las calles al grito de «torpe, torpe, que no me conoces». Este fenómeno popular se entrelaza con la actividad de las murgas y agrupaciones musicales, que a través de sus letras satíricas retratan la vida de la comunidad.
Una particularidad del Carnaval de Herencia es la ampliación de su calendario festivo, destacando jornadas previas como el Viernes de los Prisillas, el Sábado de los Ansiosos y el Domingo de las Deseosas. Estos eventos, junto con la Semana de Tambores, dotan a la celebración de una extensión temporal poco común en otros carnavales de la región.
Los pasacalles son una de las manifestaciones más vistosas de esta festividad, destacando la presencia del personaje del Perlé, así como de gigantes y cabezudos que acompañan los recorridos carnavalescos y el cortejo fúnebre del Entierro de la Sardina.
Gran Desfile de Carrozas y el simbólico Entierro de la Sardina
El Gran Desfile de Carrozas y Grupos de Animación constituye una manifestación de carácter regional en la que compiten diversas agrupaciones. La música de charangas, estudiantinas y tunas acompaña el desfile, consolidándolo como uno de los eventos más esperados del carnaval.
Por otro lado, el Entierro de la Sardina pone el broche final a las carnestolendas herencianas. En este acto, un falso sacerdote y un falso alcalde encabezan el cortejo fúnebre, acompañados por el estandarte de ánimas, gigantes y cabezudos, y el alcalde-presidente de la corporación municipal. La sardina es incinerada en el Cerro de San Cristóbal, un enclave simbólico cercano al cementerio y la ermita homónima, siguiendo un recorrido marcado por el viacrucis del Sepulcrillo.
El expediente para la declaración del Carnaval de Herencia como BIC responde a los criterios establecidos por la UNESCO para la protección del patrimonio cultural inmaterial. Este carnaval, transmitido de generación en generación, es un reflejo de la identidad y la creatividad de la comunidad herenciana, asegurando su continuidad en el tiempo.
Según la resolución de la Viceconsejería de Cultura y Deportes, la declaración de BIC no solo reconoce los valores históricos, artísticos y etnográficos del carnaval, sino también su arraigo y aceptación social. Asimismo, implica la adopción de medidas para su conservación, promoción y salvaguardia, garantizando su viabilidad y su permanencia como una de las manifestaciones culturales más singulares de Castilla-La Mancha.