En la actualidad se está debatiendo en las Cortes Regionales de Castilla-La Mancha la reforma del Estatuto de nuestra región y es el momento de hacer una campaña popular de recogida de firmas, aunque no lo prevea el actual Estatuto de CLM, para incluir el Molino de Viento dentro de los espacios blancos tanto de la bandera como del escudo de la región.
Para ello en el mes de abril del presente año a nivel personal, Marciano Ortega Molina remitió un escrito a Presidencia del Gobierno regional, a las Cortes, a los grupos parlamentarios y ayuntamientos con patrimonio de molinos, algunos de ellos declarados como Bien de Interés Patrimonial, pero que excepto Presidencia no se ha recibido ninguna respuesta.
Estando actualmente en proceso de renovación el estatuto de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha se realizan las siguientes consideraciones:
Que el escudo de Castilla-La Mancha se diseña por Ramón José Maldonado y Cocat y se aprueba hacia el año 1980, dentro del proceso preautonómico, que se realiza con una cierta celeridad en aquellos años rápidos de preparación, configuración y acomodación al Estado autonómico, al que se debía dar soluciones rápidas que hubieran necesitado mayor estudio y detalle.
Que en Artículo 5, el apartado Uno, referente al apartado de la Bandera aparece la siguiente descripción: “La bandera de la región se compone de un rectángulo dividido verticalmente en dos cuadrados iguales: el primero, junto al mástil, de color rojo carmesí, con un castillo de oro mazonado de sable y aclarado de azur, y el segundo, blanco”.
Que nuestra tierra esta jalonado de hermosos castillos en diferentes estados de conservación, que representan y tienen un gran significado histórico de nuestro pasado, un importante legado patrimonial y cultural.
Que con la misma categoría y valor se encuentra el Molino de Viento diseminado en bastantes municipios de nuestra tierra y todas sus provincias, coronan y engalanan altozanos y sierras.
Que existieron bastantes más en la geografía castellana-manchega y que fueron fundamentales para la vida cotidiana, para la economía y la base fundamental de la alimentación de nuestros antepasados y los animales domésticos.
Que desde el año 1562, ya se representan como integrantes del paisaje, como el fabuloso de Antón Van den Wyngaerde o Antón de las Viñas, que recoge las poblaciones de Belmonte y Chinchilla de Montearagón.
Que la mayor aventura literaria descrita en El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha es el embiste del Caballero con los Molinos de Viento, conocida en todos los rincones del Universo.
Pero que esta sin igual y desaforada lucha de ficción, no significa solamente una batalla contra gigantes sino que ha sido, es y será una grandiosa fuente de inspiración, un inmenso influjo en el sorprendente mundo artístico por su intima conexión con el paisaje, por su belleza y por su lirismo.
Que los molinos son un inmenso caudal de imágenes dentro de la pintura y de la fotografía, la huella en la literatura y la poesía, la magia en el cine y la música y sobre todo por su inmensa atracción al mundo de las Bellas Artes; recordar al ilustre pintor valdepeñero Gregorio Prieto un arduo defensor del mantenimiento de los molinos de viento en el pasado siglo XX cuando estuvieron a punto de desaparecer del paisaje manchego.
Que el molino de viento es un símbolo icónico por el que se reconoce nuestra región, pues allí donde aparece de su imagen, donde se muestra su majestuosa figura, se asocia instintivamente con una tierra, con un nombre: CASTILLA-LA MANCHA.
Nuestros molinos de viento, bastantes de ellos, catalogados Bien de Interés Cultural Patrimonial, son el referente de muchas escenas e imágenes del día a día; son un imán para el Turismo regional, un icono único de toda índole institucional y de proyección nacional e internacional, es nuestra “efigie” ante la Humanidad.
Que se incluya en el rectángulo blanco de la bandera un molino de viento y por ende pase a formar parte el escudo regional de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.
Ver ondear la bandera de Castilla-La Mancha con los dos símbolos de Castillo y Molino de Viento sería ennoblecer la memoria de nuestros antepasados, dar realidad a los emblemas de una tierra y dar orgullo a una región.
Nuestros mayores embajadores, nuestros máximos exponentes, Cervantes y Don Quijote les estarán eternamente agradecidos.
La campaña de firmas se encuentra en: https://chng.it/4RRgFZXT4r