


‘Ladra a la luna’, sin dejar de ser una historia de amor cotidiana, una reflexión sobre cómo puede cambiar la vida de las personas de un día para otro, plantea al espectador un dilema ¿cuál es el final? Y es que Pedro J. Vázquez ha dado forma a las piezas de un puzle que no necesariamente encajan en el orden que el corto las presenta.
Se trata de su trabajo más personal, en el que se ha atrevido a sumergirse en el mundo de las emociones y los sentimientos, dejando atrás su línea de cine de terror. La alegría y la tristeza se superponen, formando un bucle que habla, al mismo tiempo, del inicio y el fin de una historia de amor. “Cada persona puede interpretar el corto como quiera y, como se trata de una historia cotidiana, no les resulta difícil sentirse identificados”, explicaba el director, productor y guionista del cortometraje durante el estreno.
Un trabajo íntimo, profesional y que no dejó a nadie indiferente, a pesar de sus escasos 12 minutos de duración. En el aire, la pregunta con la que comienza el corto ¿y si hoy fuese un buen día?