La Cofradía de María Desolada presentó en la tarde del domingo en su casa de hermandad las mejoras del Cristo de la Buena Muerte y la nueva talla del Divino Niño de la Pasión. Estas novedades, que ‘Los Capuchinos’ estrenarán en la Semana Santa 2015, se expusieron en un acto donde también se presentaron las Vivencias Cofrades 2015 que tuvieron al imaginero sevillano, José María Bernáldez, autor de la nueva talla del Divino Niño de la Pasión, como pregonero oficial. ‘Los Capuchinos’, encabezados por su presidente, Amalio Córdoba, estuvieron acompañados por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, el vicario de la Parroquia de San Pedro, Jacinto Antonio Naharro, el presidente de la Junta de Hermandades, Ramón Galiana y la restauradora autora de la remodelación del Cristo de la Buena Muerte, Esperanza Fernández Cañero, que en 2013 ya se encargó de las mejoras de la imagen Titular de la hermandad, la Virgen de María Desolada.
Tras el pregón de las Vivencias Cofrades 2015, en el que José María Bernáldez, analizó las etapas de su carrera artística como imaginero a través de sus experiencias como cofrade, se realizó la presentación oficial de las novedades de las imágenes. En el caso de la remodelación del Cristo de la Buena Muerta, tal y como explicó el presidente de Los Capuchinos, “llegó en los años 50 y por los cambios climatológicos, la lluvia, el frío y las malas condiciones en las que ha estado hasta que tuvimos nuestra casa de Hermandad, ya tocaba darle un repaso para que por lo menos nos dure otros cincuenta años más”. En relación a la autora de esta tarea, Córdoba concluía que “después de ver los resultados de la restauración de María Desolada pensamos que era la persona más indicada para hacer este trabajo ¿Quién mejor que ella?”.
Por su parte, el autor de la nueva talla del Divino Niño de la Pasión José María Bernáldez explicó que esta réplica ha sido realizada en madera de cedro, “el material más noble que se puede emplear en la imaginería”. La técnica utilizada ha sido una talla estucada y policromada que, con los procedimientos tradicionales de la imaginaria, han permitido tratar a la imagen de una manera unitaria y dotarla de unas “calidades superiores que harán que dure muchos siglos”. Lo explicó el propio Bernáldez, quien expuso que “el encargo llega por un criterio muy inteligente de conservación y preocupación por el patrimonio de la hermandad. Han optado por una réplica de la original debido a la fatiga material que tenía la antigua pieza que era una mezcla de escayola y cartón piedra. Vamos a dar un legado a las generaciones venideras de Daimiel”.
El acto concluyó con la bendición de la figura del Divino Niño de la Pasión a manos del vicario de la Parroquia de San Pedro, Jacinto Antonio Naharro.