Victoria Braojos, médium de la Orden de Ayala, lleva la suerte del Sorteo Extraordinario de Navidad hasta Alcázar de San Juan y más concretamente hasta la Administración número 5, regida por José Luis García Mascaraque, miembro de la tercera generación de una familia de loteros. quien ha vendido el Gordo de Navidad.
Según declaraciones de Victoria Braojos, ella misma había erigido un altar para convertir a Alcázar de San Juan en «capital mundial de la buena suerte». Un objetivo que, una vez llegado el ‘Gordo’ hasta este despacho alcazareño, se ha cumplido.
Braojos ha explicado que su ritual consistía en «invocar a la suerte» en Alcázar a través de productos alquímicos fabricados por ella misma «especialmente destinados» a atraer a la fortuna.
Un altar en el que tampoco han faltado todo tipo de imágenes, desde la Santa Muerte hasta San Pancracio y, en definitiva, «todas aquellas deidades que a la gente le recuerdan que pueden traer buena suerte».
Por su parte, José Luis, gerente de este despacho, ha recordado que ya su abuelo se dedicaba a este negocio, que posteriormente pasó a su padre y después a él mismo, por lo que tras tantos años había que «traer el ‘Gordo’ como sea».
«Es motivo de celebrar, estamos eufóricos», ha manifestado, considerando que el hecho de repartir un premio y que se lo lleve «gente que de verdad lo necesite» le da «más alegría imposible».
José Luis ha señalado que esta es «una cantidad para recordar». «Y al que le haya tocado más todavía», ha apostillado.