


“Calculamos que durante la tarde del martes podrían haber entrado durante algunas horas por el Azuer entre 50 y 60 metros cúbicos por segundo, nunca antes Daimiel había recibido tanta agua”. Así lo aseguraba el alcalde, Leopoldo Sierra, en el balance que realizaba a primera de hora de esta mañana sobre la evolución del caudal del río durante la madrugada y sobre las medidas que se habían adoptado a este ese momento. El primer edil señalaba que “la noche ha sido tranquila” y que, de hecho, se había notado una bajada de los niveles de “unos 20 centímetros”.
A ello han contribuido acciones como la rotura parcial del puente que cruza la carretera que da a salida a Manzanares y Madrid y que se acometió ante el temor de que el tremendo caudal que llegaba en la tarde del martes sobrepasase el dique de contención de la Granja Escuela. “Nuestro objetivo principal es evitar que el agua llegue a las zonas residenciales e industriales más cercanas y por eso había que tomar una decisión que, según estamos comprobando, ha sido efectiva”, resaltaba Sierra.
Además, paralelamente, se reforzaban y se recrecían hasta unos dos metros cada uno de los diques construidos en los puntos más sensibles de la vega y se abría el aliviadero ya preparado en la zona previa al Puente Viejo para facilitar un desagüe mayor río arriba.
Precisamente la acumulación de agua entre este punto y el antiguo molino de La Maquina motivaba en la mañana del miércoles la última medida puesta en marcha. El concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Gregorio Díaz del Campo, explicaba que se ha realizado un corte en el camino de La Maquina, cercano al puente del Guadiana, para permitir que el agua siga remontando y aliviar así el anegado de los cultivos de la zona.
Así las cosas, tanto el concejal como el alcalde confirmaban que de momento “la situación se estaba controlando” gracias a todas a esas medidas y que el mayor temor llega al mirar las previsiones meteorológicas para los próximas 72 horas. Y es que de nuevo se esperan chubascos hoy, mañana jueves y especialmente en la jornada del viernes. “Lo que vemos lo podemos controlar, pero lo pueda caer es algo que no está en nuestras manos”, indicaba Sierra.
El primer edil ha aprovechado su comparencia para pedir a los daimieleños “máxima precaución” a la hora de acercarse a las zonas de inundación, insistiendo en que se sigan al pie de la letra las instrucciones de los efectivos de Policía Local y Guardia Civil y voluntarios de Protección de Civil que desde ayer custodian las puntos cortados al tráfico y a los viandantes. En este punto, Leopoldo Sierra ha agradecido a todos ellos su implicación, así como la de los operarios municipales y empresarios locales de quienes resaltaba cómo pusieron a disposición toda su maquinaria “dejando todo lo que estaban haciendo para proteger a su pueblo”. Hasta cinco camiones y cinco retroexcavadoras estuvieron trabajando a la vez y hasta bien entrada la madrugada en el refuerzo de los diques levantados.
Por último, el alcalde también ha agradecido el interés de la consejera de Agricultura y Medio Ambiente, María Luisa Soriano, que se ha puesto en contacto telefónico con él en varias ocasiones, y el del subdelegado del Gobierno en la provincia, Fernando Rodrigo, y el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Timoteo Perea, que se acercaron ayer hasta el municipio para conocer sobre el terreno las consecuencias de este desbordamiento.
Las Tablas
Todo esto también se está dejando notar en Las Tablas donde ahora mismo hay encharcadas más de 2.000 hectáreas, algo que no sucedía desde que en 1973 el humedal se declarara parque nacional.
Por otro lado, en el registro semanal del pozo de captación municipal que se localiza en los Ojos del Guadiana, la cota se ha elevado en 20 centímetros, situándose el nivel en parámetros de la década de los setenta.
Tráfico
La situación del río Azuer ha obligado a reordenar el tráfico en la zona. Cortada la salida y entrada hacía Manzanares en el final del Paseo del Carmen, el flujo de vehículos se concentra en la circunvalación que conecta la N-420-430. Por ello, la Policía Local ha decidido que el camino de La Máquina quede únicamente en sentido salida desde el municipio, y que el camino anexo, José Cela, quede sólo en sentido entrada al municipio.