El primero de ellos, y situado en el lateral del Altar Mayor, lo representan tres de las imágenes de mayor valor artístico de la localidad: Nuestra Señora de la Encarnación (talla anónima del siglo XVII), San José (talla anónima del siglo XVIII) y la imagen coetánea del Niño que porta en sus brazos. La puesta en marcha del mismo ha sido coordinada por el escenógrafo y figurinista de la localidad Rafael Garrigós: tras el traslado de las tallas por las calles de Herencia, la actividad prosiguió con un delicado y complicado montaje condicionado por la delicadez de las imágenes que protagonizan la escena.
La segunda de las representaciones de carácter extraordinario se trata del ya tradicional belén situado anualmente en la ermita de “La Labradora” y realizado por Jesús López-Escribano Rodrígez “Cahmusca”. Por el carácter jubilar del curso parroquial, en esta ocasión se ha trasladado hasta los pies de la nave del templo.
Sin duda una ocasión excepcional para disfrutar de tres de las imágenes más valiosas de la localidad fundidas en una obra de arte de carácter extraordinario y del más característico de los belenes populares que cada Navidad acoge Herencia.