La noticia me produce alegría y reafirma mi confianza en la justicia y en unos compañeros que, mientras tuvieron responsabilidades de Gobierno, trataron de hacer lo mejor para Alcázar; como hoy nos toca hacer a quienes estamos al frente de esta misma tarea. Algo que no pueden decir quienes regalaron Aguas de Alcázar, inventándose una falsa deuda y atacando, sólo por revanchismo político, a quienes estuvieron al frente de Alcaldía, Concejalía de Hacienda y Ciclo Hidráulico en años anteriores a 2011.
La venta de Aguas de Alcázar, al igual que la liquidación de la Fundación Municipal para la Formación y el Empleo y tantos otros disparates que ocurrieron durante la pasada legislatura, no fueron más que actos urdidos desde el odio que algunos utilizaron como arma arrojadiza contra el PSOE.
Desde estas líneas quiero trasladar mi sincero apoyo a los compañeros y trabajadores que han tenido que soportar esta grave acusación sin fundamento –apoyo que siempre han tenido- y esperar que se siga aportando luz sobre un asunto que, sin tener sombras, algunos se empeñaron en hacerlo parecer turbio. El PP tendrá que responder ante los ciudadanos y darles explicaciones, una vez más, de esta actitud que claramente carecía de sospechas fundadas y que ha quedado al descubierto que no era más que una persecución política.