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Después de San Isidro la plaza de Las Ventas sigue teniendo vida, y una vida con muchos menos oropeles, así que los toreros que vienen a hacer el paséillo en la clásica temporada veraniega son toreros menos conocidos para el gran público pero que se juegan el tipo igual que los que lo hacen en los carteles de más fuste. Además con el aditamento que los que se anuncian los domingos “calientes” son diestros menos placeados y que tienen una segunda oportunidad para encarrilar sus particulares temporadas pero con ganado menos comercial o con las garantías en un principio de más incertidumbre.
Aun así siempre puede saltar la sorpresa, cosa que no ocurrió en la corrida de este domingo 23 de junio donde estaban acartelados Cristian Escribano y Gómez del Pilar, afincados en tierras toledanas, junto con el jienense Alberto Lamelas que se las vieron con seis toros de Dolores Aguirre, hermosos y con cuajo, pero que no posibilitaron el triunfo a ninguno de los tres. Los “doloresaguirre” vendieron cara su muerte y fueron muy castigados en varas imponiendo en todo momento su seriedad no solo de aspecto, sino también de comportamiento teniendo que estar muy dispuestos y preparados para que no se montaran encima. El segundo y tercero fueron más toreables.
Cristian Escribano dejó detalles muy toreros de una tauromaquia clásica, sus formas son muy ortodoxas y suele dejar siempre en sus actuaciones momentos muy interesantes para el buen aficionado, como fueron sus doblones rodilla en tierra con los que comenzó con el primero de la tarde. Luego la faena decreció en intensidad, con algún que otro enganchón, para coger de nuevo aire en el remate por ayudados para cuadrar al toro. Mató de pinchazo y casi entera rinconera. Saludos desde el tercio y el toro fue ovacionado en el arrastre por su encastado comportamiento durante toda su lidia.
Con el grandón salpicado quinto, Escribano empezó tanteando y cuidando sus embestidas hasta que se paró y empezó a medirlo. El toro duró poco, quien sabe si haberle medido el castigo en el caballo hubiera aguantado más en la muleta. Mató mal y fue silenciado.
Gómez del Pilar como suele ser habitual en él no escatimó en ningún momento un derroche de voluntad, yéndose en sus dos actuaciones a recibir a sus toros a portagayola, para después estar muy dispuesto con el capote, como en el quite por chicuelinas del sexto. Tras brindar a la ganadera su primer toro, se fue a los medios y se echó de rodillas citando con la derecha y consiguiendo muletazos muy templados y largos con otro toro interesante para el aficionado. Por el izquierdo también hubo acoplamiento. Y lo que iba camino de una oreja se quedó en saludos desde el tercio por el fallo con la espada. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Con el que cerró plaza, un torazo con toda su barba, camino de los seis años, y que fue bien picado por Juan Manuel Sangüesa, basó su trasteo siempre presentando la muleta por delante para intentar que el toro no se orientara y durara lo más posible. Pero a pesar del buen trato el toro no duró y no llegó el lucimiento deseado. Volvió a estar fallón con los aceros escuchando palmas a la voluntad.
Y el más desafortunado en el sorteo fue Alberto Lamelas, quien se llevó los toros menos claros y con peores intenciones, que unido a su falta de actuaciones hizo que no lograra dejar nada para el recuerdo. Aun así estuvo muy dispuesto toda la tarde. Una lástima que toreros de buena condición como el jienense siempre tengan que pelear con lo más duro del campo bravo. A su primero manso y muy aquerenciado le hizo una faena aseada, aunque su condición de buscar siempre las tablas deslucía todo lo que le hicieran.
Y con el cuarto, que cabeceaba y se revolvía violento, tampoco pudo hacer mucho más que porfiar y matarlo rápido.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 23 de junio de 2019. Plaza de toros de “Las Ventas” de Madrid. Un cuarto de entrada y calor veraniego.
Seis toros de Dolores Aguirre de Constantina (Sevilla), muy bien presentados y en líneas generales con complicaciones. Los mejores 2º y 3º que fueron ovacionados en el arrastre. Todos recibieron un fuerte castigo en varas.
Alberto Lamelas (turquesa y oro). Casi entera (saludos desde el tercio con algún pito). Estocada delantera (silencio).
Cristian Escribano (blanco y oro). Pinchazo y estocada casi entera en el rincón (saludos desde el tercio). Cinco pinchazos (aviso y silencio).
Gómez del Pilar (verde esperanza y oro). Pinchazo y bajonazo (saludos desde el tercio). Tres pinchazos y dos descabellos (aviso y palmas).
