No ha habido acercamiento entre la Confederación Hidrográfica del Guadiana y los regantes, a pesar de los intentos y acciones de protesta que, desde hace ya unos meses, vienen desarrollando, defendiendo su derecho a seguir siendo organismos autónomos de pleno derecho. «El presidente de la Confederación debería dimitir y dejar paso a otra persona que se entienda mejor con los regantes, dialogue y no cree tantos problemas” -decía Araceli Olmedo, presidenta de la Comunidad de Regantes del Acuífero 23.
Olmedo dijo no entender “por qué se le estaba dando la espalda a los agricultores» del Acuífero y a sus reclamaciones, entre ellas la de aumentar el caudal para el riego, «ahora que se encuentra en su mejor momento y puede hacerse. Los regantes no derrochamos el agua, la utilizamos para sacar adelante nuestras explotaciones. Lo que no es lógico es que se estén gastando 26 hectómetros cúbicos anuales sin control, de pozos que no pertenecen a la Comunidad de regantes y que no pagan”.
También incidió la presidenta de los regantes en la importancia que tiene que estas pequeñas comunidades sigan existiendo para el correcto control y la buena gestión del agua. “La Confederación Hidrográfica no puede hacerse cargo de todos los expedientes. Las comunidades de regantes no le costamos dinero a la Administración porque nos mantenemos solas, con las cuotas de los socios. El lío que se ha formado ha sido sólo porque el presidente de la Confederación se ha encontrado con unas deudas que quiere pagar a costa de los regantes. Ya lo quiso hacer en Extremadura y no le dejaron. Aunque los manchegos seamos más blandos, no le vamos a dejar tampoco que lo haga aquí y lo vamos a pelear”.
Pelearán porque se sigan manteniendo las 21 comunidades de regantes del Acuífero, “como hasta ahora” y para ello, están pidiendo el apoyo de alcaldes y llamando a las puertas de todas las administraciones.