


El Ayuntamiento de Alcázar de San Juan ha apoyado este año al Instituto Miguel de Cervantes para hacer posible la ceremonia de entrega de los diplomas de Bachillerato Internacional de la promoción 2012 a 25 alumnos del centro. Alumnos que ahora se encuentran en diferentes universidades españolas, formándose para el desarrollo de sus carreras profesionales.
En el acto estuvieron presentes la Teniente de Alcalde Mª Jesús Pelayo y el Viceconsejero de Educación José Jaime Alonso, además de la directora y los profesores del Instituto Miguel de Cervantes y los padres de los alumnos diplomados.
Mª Jesús Pelayo comentó que, gracias a la insistencia de Estrella Blanco -directora del Miguel de Cervantes- el alcalde se comprometió con el centro a hacer la aportación económica que antes hacía la empresa privada para hacer posible el Bachillerato Internacional y la entrega de diplomas. «Es un compromiso importante porque este bachillerato hace a los alumnos más competitivos y los internacionaliza».
Por su parte, el Viceconsejero de Educación destacó que este instituto alcazareño se encuentra en la «línea de excelencia» que promueve la política educativa del Gobierno, «con profesores motivados, padres participativos y alumnos interesados en superar retos» y que esto era una gran suerte para Alcázar.
Los alumnos que se deciden por cursar el Bachillerato Internacional adquieren una doble titulación, el Bachillerato LOE y el Internacional, este último les capacita para acceder a las universidades más prestigiosas del mundo, como así lo confirmaba la directora del Cervantes, Estrella Blanco. «Pero lo mejor es que lanzamos al mundo personas con una gran categoría humana, académica y profesional».
Alumnos como Nuria Sepúlveda que, emocionada, comentaba la «gran experiencia» que había sido para ella realizar este bachillerato. «Hay momentos muy duros, en los que tienes que dejar de hacer otras cosas para preparar exámenes y trabajos; pero también te das cuenta que eres capaz de hacer más cosas de las que pensabas». Recomienda a otros jóvenes embarcarse en este «reto» porque, decía, tiene muchas ventajas «al ser clases reducidas se entabla una relación muy cercana con profesores y compañeros. Es como una familia y tus compañeros son tus hermanos, porque pasas mucho tiempo con ellos». Nuria estudia ahora medicina, y dice estar muy motivada gracias a esta experiencia y más preparada para afrontar su independencia y «disfrutar estudiando y viviendo».