¿Estamos ante el ocaso de las rebajas? Bien es cierto que la temporada de rebajas sigue existiendo, pero esa imagen que durante décadas nos ha ido acompañado en las que la época de rebajas era social y económicamente una temporada con una importancia mayúscula en el calendario de las familias ha ido desapareciendo. Si nos fijamos ahora existe una temporada de ofertas que no tiene principio y fin. En cualquier temporada encontramos descuentos, ofertas, precios rebajados etc. esto, junto con la familiaridad y facilidad que cada día nos acerca más al mundo de internet, han ido relativizando la importancia del periodo de rebajas en nuestra vida diaria.
Las rebajas se concibieron para que tanto consumidor como empresario se beneficiaran de los restos de temporada que no se vendían en su momento, uno consiguiendo prendas a mejores precios y otro rentabilizando las prendas que de otra manera serían muy difíciles de vender, tanto consumidores como empresarios tienen que observar determinados comportamientos para el buen desarrollo de las rebajas.
Os comentamos algunos de los más importantes:
Por parte del consumidor:
– Realizar una planificación de compra, tanto observando los productos a comprar antes de llegue la temporada de rebajas como con hacer planificación de lo que comprar.
– Hay que informarse bien antes de realizar la compra, posibilidad de cambio, condiciones de devolución, etc., aunque las condiciones deben ser las mismas que durante todo el año, pueden existir problemas a la hora del cambio.
– Cualquier medio de pago que tenga el comerciante anunciado es lícito a la hora de realizar el pago.
– Conserva el tique de compra.
– En las compras por internet, disponemos de 14 días para el cambio.
Por parte del empresario:
– Un producto para que se rebaje tiene que pertenecer con anterioridad, al menos un mes, al inventario del establecimiento, se rebaja el precio, no la calidad.
– Lo precios se deben indicar claramente y sin que pueda dar lugar a confusión para el consumidor, no puede mezclarse productos en un mismo lugar con distintos precios o descuentos, los precios deben marcarse con el precio antiguo y el de rebajas, cuando el descuento sea un porcentaje también se debe indicar claramente.
Como durante todo el año una compra pausada y reflexiva ayudará a nuestro bolsillo, unas rebajas con un cumplimiento de las leyes y de las buenas prácticas comerciales serán beneficiosas para el empresario y para el consumidor.
José Luis Torrente, responsable OMIC Campo de Criptana