Las intoxicaciones alimentarias son patologías que se originan por consumir alimentos contaminados con bacterias, virus, parásitos, o con sus toxinas.
Aunque pueden aparecer en cualquier momento del año, son más frecuentes y graves en verano. Esto se debe fundamentalmente a dos factores: la combinación de las altas temperatura y la humedad. Es una época del año en la que comemos con mayor frecuencia fuera de casa: campo, playa y piscina, con lo que la probabilidad de que los alimentos no se conserven a las temperaturas adecuadas y se rompa la cadena del frío aumenta.
Las principales bacterias patógenas causantes de la mayoría de infecciones son Salmonella, E.coli, Listeria y Campylobacter. En menor medida, Yersinia, Brucella y Micobacterium también pueden contaminar los alimentos.
La Salmonella
Una de las mas conocidas es la Salmonella cuyo origen principal es el tracto intestinal de animales, y puede contaminar las carnes crudas, el pollo crudo, o el huevo, entre otros. Los síntomas suelen ser náuseas, vómitos, calambres abdominales, diarrea, fiebre y dolor de cabeza que suele durar entre 1 y 2 días.
La Salmonella es sensible al calor, muere a temperaturas superiores a 70 °C., por lo tanto, la cocción adecuada y la higiene durante la manipulación de los alimentos puede prevenir la infección.
La listeriosis
Por su parte, la Listeriosis es una infección que se manifiesta con fiebre, dolores musculares y, a veces, con síntomas gastrointestinales como náuseas o diarrea. Se transmite con la ingesta de alimentos crudos, así como alimentos procesados que se contaminan después de su transformación, como los quesos blandos y carnes frías y los alimentos elaborados a partir de leche sin pasteurizar.
Norovirus
Entre los virus, los Norovirus pueden ser una causa principal de gastroenteritis adquirida en bares y restaurantes. Los tipos de alimentos que más frecuentemente están vinculados a brotes por norovirus incluyen verduras de hojas verdes , frutas frescas y moluscos vivos.
¿Qué síntomas presentan?
Los síntomas más frecuentes de una intoxicación alimentaria son náuseas, vómitos, diarrea, dolor y calambres abdominales y, en algunas ocasiones, fiebre. La afección puede variar de un paciente a otro hasta el punto de que una misma intoxicación en un grupo de personas puede producir síntomas muy leves o ausencia de síntomas.
¿Cómo podemos tratarlas?
Respecto al tratamiento, aunque, en algunos casos, (y únicamente en caso de infección por bacterias), puede ser necesario administrar antibióticos, generalmente, los síntomas desaparecen sin necesidad de atención médica ni medicamentos. Se recomienda guardar reposo, evitar los alimentos con alto contenido en grasa o azúcares hasta que desaparezcan los vómitos y la diarrea. Para evitar la deshidratación, es necesario tomar abundante líquido en sorbos pequeños y frecuentes, preferiblemente de soluciones de rehidratación.
Se debe acudir al médico en caso de diarrea grave que dure más de tres días, vómitos frecuentes que se prolongan más de dos días o que implican deshidratación, presencia de heces con sangre y/o fiebre superior a treinta y ocho grados. También debe acudirse al médico en casos de pacientes muy pequeños, ancianos o personas inmunocomprometidas.
Podemos prevenir las toxiinfecciones alimentarias con unas sencillas medidas
Higiene y Limpieza:
- Lavarse las manos antes de preparar alimentos
- Limpiar y desinfectar las superficies, tablas, utensilios y paños de cocina.
- Lavarse las manos después de ir al baño y de tocar animales.
- Evitar que las personas enfermas trabajen en la preparación de los alimentos.
Evitar la contaminación cruzada de alimentos crudos con cocinados:
- Separar los alimentos crudos de los cocinados y/o listos para comer.
- No utilizar los mismos utensilios para manipular alimentos crudos y cocinados.
- Guardar los alimentos frescos y perecederos en su envase original o en recipientes cerrados.
Cocinar correctamente los alimentos de origen animal:
. La temperatura a la que debe someterse el alimento debe ser suficiente para que este alcance un mínimo de 70 °C en el centro del producto, al menos durante 2 minutos.
Usar agua y alimentos seguros:
- Usar agua potable.
- Lavar bien las frutas y verduras con agua corriente.
- Evitar consumir leche cruda.
- No consumir alimentos después de su fecha de caducidad.
- Consumir en 24 horas los alimentos elaborados con huevo crudo (mayonesa, salsas, cremas).
- No consumir conservas en mal estado (abolladas, hinchadas)
Sagrario Pérez de Agreda Galiano
Farmacéutica adjunta Centro de Información del Medicamento
Colegio Oficial de Farmacéuticos Ciudad Real