La charla la ofrecieron la neuropsicóloga de ADACE Castilla La Mancha, Primitiva González y la terapeuta ocupacional de esta asociación en Alcázar, Inmaculada Terriza.
En cuanto a los síntomas de alarma que pueden suponer que se esté produciendo un Ictus, mencionaron la pérdida de fuerza de la cara o de un lado del cuerpo, sensación de acorchamiento de la cara o de las extremidades, pérdida súbita de visión, alteración repentina del habla, dolor súbito de cabeza de intensidad inhabitual y sin causa aparente o sensación de vértigo intenso. Cuando estos síntomas aparecen “hay que dirigirse inmediatamente a los servicios de urgencia sanitarios, sin perder tiempo”, explicó Primitiva González. En cuanto a la prevención, aunque hay factores que no son controlables, como la edad o el sexo, hay otros que sí pueden vigilarse como la hipertensión arterial, la diabetes, el control del colesterol, evitar los hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol o llevar un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicio moderado, evitando el sedentarismo.
La incidencia de Ictus en Castilla La Mancha supone en torno al 80% de los casos de daño cerebral sobrevenido. Es la principal causa de las lesiones cerebrales, muy por encima de los traumatismos cráneo-encefálicos como consecuencia de accidentes.
ADACE, fundada en el año 2002 y con presencia en Alcázar desde 2009, además de desarrollar una labor informativa, ofrece apoyo a los familiares de las personas que sufren daño cerebral sobrevenido, además de terapias para los propios afectados. En la localidad cuenta actualmente con 30 socios.