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Centenares de niños y adultos abarrotaban la Plaza de España con ganas durante la tarde del viernes para recibir la visita de Sus Majestades. Una cita que esperaban con deseo para poder ver en persona a estos mágicos personajes.
Tras finalizar la visita que cada año la comitiva real hace por los centros y residencias de Daimiel para repartir regalos e ilusión a los más mayores de la localidad, los Reyes Magos se han subido a sus carrozas reales para la cabalgata.
A pesar de la amenaza de lluvia que ha obligado a adelantar la salida del desfile, el tiempo ha dado tregua para que los Reyes de Oriente finalizaran sin problema la ruta prevista. Una vez bajados de sus transportes, han tomado lugar en el balcón de la casa consistorial para recordar a los centenares de niños que se agolpaban junto a las puertas del ayuntamiento que esta noche deberán acostarse pronto, portarse bien y dejar algo de comida y bebida para reponer fuerzas tanto los reyes y pajes como sus camellos.
Finalmente, rodeados de niños y padres que buscaban una instantánea que inmortalizara el momento, han visitado el Nacimiento instalado a los pies del Olivo Milenario, para seguir su camino hasta el Belén Viviente del Parterre. Una vez allí, han visitado el portal y han entregado sus presentes a la Virgen y San José.
Comienza así una noche mágica y cargada de ilusión en el que los más pequeños de la casa serán los protagonistas de la familia.
