A las 11 de la mañana del Domingo de Resurrección, Jesús Resucitado ha salido por la fachada principal de la Parroquia de Santa María la Mayor, mientras su madre salía por la fachada secundaria hacia la Plaza de Santa María de la localidad Ciudadrealeña.
En el marco de la Plaza de Santa María ha sido donde se ha producido el encuentro entre el Resucitado y Nuestra Señora de la Soledad, unos momentos cargados de emoción y sentimiento. En ese momento se han soltado palomas blancas para volar en libertad, símbolo de paz y de pureza. La anécdota de esos momentos ha sido una paloma que se ha posado en la cabeza del Resucitado, que lo ha acompañado hasta que lo han levantado para continuar con la procesión. Los capuchinos que acompañan a los pasos en el momento de producirse el encuentro se han quitado el capuchón y han proseguido el desfile a cara descubierta.
La tristeza de la noche del Viernes Santo se ha convertido en alegría en esta mañana de Domingo de Resurrección, repique de campanas y de las campanillas movidas por los niños y niñas que acompañan a los pasos y notas musicales de la Banda de Cornetas y Tambores Cristo de la Elevación de Campo de Criptana (Ciudad Real) que han acompañado al paso del Resucitado y la Asociación Banda de Música de Alcázar de San Juan acompañando a Nuestra Señora de la Soledad.
Los pasos han sido recibidos con sendas petaladas en los balcones de la Plaza de Santa María.
La Antigua y Real Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Caballeros del Santo Sepulcro y Damas de Nuestra Señora de la Soledad ha sido la encargada de organizar esta procesión, que pone punto final a los actos de Semana Santa en Alcázar de San Juan.
La procesión ha recorrido su itinerario habitual comenzando en la Plaza de Santa María para continuar por Reyes Católicos, Plaza de San José, San Juan, Plaza Cervantes, Mediodía, Méndez Nuñez, Altozano de la Inmaculada, Doctor Policarpo Lizcano, Miguel de Unamuno, Emilio Castelar, Plaza de España, Jesús Romero, Plaza de Santa María, finalizando en la Iglesia de Santa María la Mayor. Una mañana nublada en la que la lluvia ha respetado el desarrollo de la procesión más alegre de la Semana Santa al vencer Jesús a la Muerte con su Resurrección.