La Diputación de Toledo ha defendido el papel clave de las administraciones públicas en la promoción de proyectos de transición energética, con el objetivo de que el mundo rural se incorpore a las energías limpias a través de comunidades energéticas eficientes. Además, se subraya que estas iniciativas no solo contribuirán a la sostenibilidad, sino que también actuarán como un revulsivo para combatir la despoblación y generar oportunidades de desarrollo.
Así lo ha expresado hoy la portavoz de la Diputación de Toledo y diputada de Presupuesto, Hacienda y Promoción Económica, Soledad de Frutos, durante su intervención en la jornada «La Transición Energética. Oportunidad para el Medio Rural», organizada por Cepsa y El Digital Castilla-La Mancha. De Frutos ha participado en la mesa redonda titulada «El papel de los territorios en la transición energética», compartiendo espacio con José Julián Gregorio, alcalde de Talavera de la Reina y presidente de la FEMP-CLM; Santiago Lázaro, alcalde de Campo de Criptana; y Gerónimo de Angulo, director de Desarrollo Renovable de Cepsa.
Durante su intervención, Soledad de Frutos destacó la importancia de que la eficiencia energética llegue al entorno rural, remarcando que la provincia de Toledo posee un gran potencial climático que debe ser aprovechado para facilitar la inversión en proyectos de energías limpias. En este sentido, señaló que las administraciones públicas, especialmente las diputaciones provinciales, deben liderar esta transición, ya que tienen la capacidad de proporcionar cobertura a todos los vecinos de los pequeños municipios en colaboración con los ayuntamientos.
De Frutos también adelantó que la Diputación de Toledo está estudiando la posibilidad de acceder a fondos europeos, en concreto a través de las convocatorias de los Fondos FEDER, para financiar proyectos de energías renovables a nivel comarcal, adaptados a las particularidades de cada localidad. «No se puede actuar de manera homogénea, sino teniendo en cuenta las diferencias de cada pueblo», afirmó.
Además, resaltó que la creación de comunidades energéticas en el medio rural no solo permite producir energía verde de forma local y participativa, sino que también otorga una mayor autonomía energética a los territorios, reduciendo su dependencia de los grandes centros de producción. Esta independencia resulta fundamental ante posibles contingencias y se alinea con los objetivos de la Agenda 2030 y el programa de financiación de la Unión Europea.
Finalmente, De Frutos subrayó que invertir en energías renovables no solo contribuye a la reducción de emisiones de CO2 y la diversificación energética, sino que también abre nuevas oportunidades económicas en el medio rural, favoreciendo la llegada de nuevos habitantes y generando rentabilidad a largo plazo.