El Teatro Municipal Miguel de Cervantes de Villacañas acoge este fin de semana un musical. La cita es este sábado a las 20:00 horas y con esta obra se retoma la actividad de otoño en el teatro.
“Las Cositas del Querer 1939, El Musical” es un espectáculo basado en el respeto por las coplas tal y como fueron concebidas en su origen por sus distintos autores, como son los maestros Antonio Quintero, Rafael de León, Manuel Quiroga, Ramón Perelló, Ródenas, Guillen, Ochaita, Valerio y Solano con versiones tocadas en directo a piano, lo que hace que el espectador sienta con cercanía la belleza de cada una de las piezas y sus letras elegidas como repertorio de esta obra musical, entre los que se encuentran los títulos “Las cosas del Querer”, ”La Bien Pagá”, ”Te lo juro yo”, ”Los Piconeros”, ”Échale guindas al pavo”, “El día que nací yo”, ”Ay, mi sombrero”, ”Herencia Gitana”, ”Las Cinco Farolas” ”El Morrongo”, ”Yo soy esa”, ”Las Sevillanas del Espartero”, ”La Pulguita” ”La Farruca del Tran”, ”El Óle”, entre otros.
Un espectáculo en Villacañas en el que se lucen más de 16 vestidos y trajes diferentes, mantones, pendientes, peinetas y todo lo necesario para transportar al espectador directamente al corazón artístico de 1939.
“Las Cosas del Querer”, es un título conocido por ser el de una de las películas más taquilleras y famosas del cine español, dirigida por Jaime Chavarri en 1989 e interpretada por Manuel Bandera, Ángela Molina y Ángel de Andrés entre otros.
Emilio Verdejo, autor de la versión libre de “Las Cositas del Querer 1939, El Musical” propone una nueva historia y trama, sin alejarse del ambiente artístico de la época, mezclado con numerosos gags de comedia que hacen de este, un texto divertido a la par que emocionante.
Las entradas se pondrán a la venta minutos antes de la función a un precio muy reducido, siendo la entrada general a tres euros y a un euro para jubilados, desempleados y carnet joven.
SINOPSIS
Ha acabado la guerra, España intenta levantarse de sus propias ruinas. Quizá aquel fuese el peor momento para que nuestros personajes decidieran convertirse en artistas.
Pero seguía habiendo público y la gente quería emocionarse oyendo aquellas canciones y no más bombas.
Era el peor momento para ser artista, pero también fue el mejor momento que ha vivido la copla.