Cargando...El presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, ha dicho a primera hora de esta tarde en el campus universitario de Ciudad Real que «tendría que ser obligatorio el compromiso de las Administraciones con la Cooperación al Desarrollo». De Lara ha hecho esta afirmación en el marco de las V Jornadas de Cooperación al Desarrollo desde la Ingeniería, donde ha ofrecido la ponencia titulada «La Administración Pública como motor de cambio en la Cooperación al Desarrollo» invitado por ONGAWA, como se denomina en la actualidad lo que fue la ONG «Ingenieros sin Fronteras».
Ha apostado por el papel activo de las instituciones en la puesta en marcha de acciones que beneficien a aquellos que precisan de nuestra solidaridad y apoyo económico en otros países. Con más razón en tiempos de crisis, porque, según ha remarcado, «aquí se pasa hambre, pero allí se mueren» por esa causa.
Ha reconocido el «papel insignificante» de la Diputación de Ciudad Real a pesar de que desde julio de 1999, cuando ofreció su primer discurso de investidura, la institución que preside ha destinado cada año un mínimo del 2’4 por ciento de los ingresos corrientes a cooperación al desarrollo. Su presupuesto no es tan abultado como el del Gobierno regional, que lo multiplica por 70, o el del Estado. Sin embargo, sobre todo el primero, ha llevado el nivel de apoyo a «extremos tristes, puramente simbólicos, al socaire de la crisis económica».
Ha comentado, no obstante, que la Diputación no sólo apoya a los más débiles fuera de nuestras fronteras, sino que también lo hace en la provincia con la puesta en marcha de un Plan de Emergencia Social para asistir a aquellas personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas. De todos modos, según ha explicado, siempre hay alguien que opina que se debería suprimir la ayuda a cooperación al desarrollo, a lo que responde que nunca ha escondido su interés por ayudar a los necesitados por muy lejos que estén.
Es cuestión de principios, de ideología y de prioridades, «y política es priorizar». Se concreta, por ejemplo, en el programa de prácticas para futuros maestros en los campamentos de refugiados saharauis. Ha explicado que los participantes no sólo dan clases, sino que incorporan el afán voluntario porque se crean lazos de solidaridad y vínculos para toda la vida.
Ha mencionado algunas de las innumerables acciones que realiza la Diputación de Ciudad Real en materia de cooperación al desarrollo y de apoyo a los inmigrantes que viven en la provincia. Y no ha dudado en verbalizar su admiración por el voluntariado. «La ética del cuidado se representa en su loable actividad», ha comentado antes de pedir a las ONG que sean «más exigentes» con las Administraciones que no se esfuerzan en materia de cooperación internacional. Aunque ha matizado que comprende sus silencios «porque tienen miedo».
El panorama actual, para De Lara, «no puede ser más hipócrita». «El mundo es cada vez más una dictadura economicista, millones de seres son excedentes humanos, guarismos irrelevantes, los movimientos ultraconservadores tranquilizan su conciencia con debates moralizantes porque saben que 19.000 niños mueren cada día en el mundo por causas que se pueden evitar, según un informe de la Unicef, y 1.500 madres a causa de problemas en el embarazo o en el parto», ha lamentado De Lara, quien ha insistido en que «la Diputación de Ciudad Real seguirá siendo una gota en el mar, como decía Teresa de Calcuta».
Cree De Lara que la Europa «histórica, culta y humanista» tendría que liderar políticas sostenidas, no sostenibles. «¿Es justo que una vaca europea cobre más, irónicamente, que lo que ingresa una familia subsahariana al cabo del año?, ha interpelado a los alumnos y alumnas que asisten a las jornadas en el Edificio Politécnico del campus universitario de Ciudad Real.
«Los espacios educativos formales tendrían que estar formando y civilizando permanentemente en torno a la idea del co-desarrollo y también del eco-desarrollo, del altruismo cívico, en una sociedad como la nuestra cada día más narcotizada», ha dicho para añadir a continuación que «habría que estar diciendo en las escuelas y en las familias que una PlayStation cuesta lo mismo que la renta per cápita de un etíope».
Le preocupan, asimismo, las nuevas medidas al acceso a los servicios básicos para la población inmigrante. «Ni te ayudo aquí ni te ayudo allí. Hay pocas expresiones que me produzcan más dolor que llamar a un ser humano ilegal», ha lamentado De Lara antes de rechazar lo que ha llamado la Teoría del Cierre Social: «Tú no eres ni humano, eres un mero ilegal, no te ayudo, pero sigo exprimiendo tu materias primas porque me enriquezco. Y, además, mercadeo con los alimentos que produces, que son para mí, y lo que me sobre, te lo vendo, pero más caro».
En otro orden de cosas, Gema Sánchez Emeterio, codirectora de las jornadas y representante de ONGAWA, ha agradecido la presencia de De Lara y ha asegurado que la Diputación de Ciudad Real «es de las pocas que siguen apostando por la cooperación al desarrollo en tiempos de crisis».
