


El Auditorio de Alcázar de San Juan se llenó para disfrutar del concierto del cantautor sevillano -criado en L´Hospitalet de Llobregat- Antonio Orozco.
El cantautor compartió con el público su último trabajo: “Único”. Una sencilla puesta en escena, íntima y directa, que combinaba la narración audiovisual con la rasgada voz del artista. Pero, lo mejor de su actuación, sin duda, fue el diálogo que estableció con un público -entregado desde el primer momento- que consiguió acortar las distancias entre el escenario y el patio de butacas. Un diálogo en el que no faltó la complicidad, el coreo de sus canciones y las bromas mutuas.
Además de los temas de su último disco, Orozco interpretó temas ya clásicos como “Devuélveme la Vida” y su particular tributo a uno de los artistas que más le han influenciado -Manolo García- haciendo su particular versión de uno de los temas de “El último de la fila”: “Como un burro amarrado a la puerta del baile”.
Orozco apeló a los sentimientos, la solidaridad y la necesidad de cambio; y se metió al público en el bolsillo con la presentación del tema “Que se callen”, en la que dijo que “esto es lo que tendrían que hacer algunos políticos que hablan sin saber”.
En definitiva, dos horas de un concierto “Único” e irrepetible.