Es habitual encontrar policías deportistas, porque la preparación física forma parte de su profesión, lo difícil es que hagan del deporte algo más que un simple complemento y lo conviertan en un modo de vida que les exige mayor dedicación y esfuerzo -para competir a altos niveles. No es fácil compaginar la alta competición con el trabajo y la vida familiar. Esto es algo que saben muy bien Villarreal y Cerezo, dos policías nacionales de la Comisaría de Alcázar de San Juan, que han hecho del deporte algo más que su afición.
José Ángel López-Serrano Villarreal tiene 33 años y lleva 7 en la policía. Siempre ha hecho deporte
“antes corría, pero tuve problemas con el biceps femoral -perostitis- y tuve que dejar esta actividad deportiva. Me apunté en el Club de Natación de Tomellosó y encontré en este deporte una alternativa. Hace, tan sólo un año, empecé a competir a nivel nacional”. Y no le ha ido nada mal, en los últimos Campeonatos de España de Natación Master -celebrados el 3 de marzo en Arganda del Rey (Madrid)- quedó 5º clasificado en 100 metros espalda. “Soy el primer sorprendido. Nunca había hecho nada relacionado con la natación, empecé poco a poco y estoy obteniendo buenos resultados. Lo curioso es que mi especialidad no era la espalda, era la primera vez que competía en esta prueba”. Ahora sólo piensa en superar sus marcas y prepararse para los Campeonatos Nacionales de Verano que se celebrarán en Gran Canaria “aunque no sé si podré presentarme este año. Pronto voy a ser papá y eso es más importante”. No es fácil competir a altos niveles y conciliarlo con el trabajo y la vida familiar. Para prepararse tiene que entrenar de 4 a 5 días semanales -nadando cada día 4.000 metros- para tener un buen estado de forma y perfeccionar la técnica. “No es fácil que tu pareja entienda que seas capaz de terminar un turno de noche y, sin dormir, te vayas a entrenar”. Villarreal se ha propuesto también convertirse en un nadador de largas distancias y su gran sueño es participar en alguna travesía en mar abierto.
Victoriano Cerezo viene de una saga de ciclistas de Tomelloso -su hermano es Francisco Javier Cerezo- y él mismo ha participado en competiciones ciclistas de alto nivel. Lleva subido a una bicicleta desde los 11 años. Ahora tiene 36 y el deporte no ha dejado de formar parte de su vida. Es seleccionador regional de ciclismo Sub-23 y en Pista, cuenta con una amplia formación deportiva: director deportivo de Nivel III, fue masajista de la selección española de alto rendimiento, ha hecho cursos de nutrición… “todo lo que tiene relación con el mundo del deporte me interesa”. Y así lo atestigua su curriculum. Cerezo practica diferentes disciplinas, aunque en la actualidad compite, habitualmente, en carreras de largo recorrido y campo a través “el haber sido ciclista me da más fondo. No puedo dejar de hacer deporte, si no hago nada no estoy a gusto”. Como su compañero, ahora sólo piensa en superar sus marcas en 10 Km., media maratón y maratón. Para él tampoco resulta fácil compatibilizar todo “el deporte te exige disciplina y esfuerzo, igual que nuestra profesión. Pero, realmente, te ayuda mucho a llevar mejor el trabajo y a estar de mejor humor. Como mi compañero, muchas veces me he ido a correr 8 Km después de una noche de servicio. Eso es algo que no mucha gente puede entender”. Cerezo entró en la policía nacional con 20 años -antes también estuvo en el ejército- “Mi trabajo es algo que siempre me ha atraído y que contemplaba como opción. Es muy difícil llegar a vivir del deporte, porque cuentas con pocas ayudas. A excepción del fútbol -en el que se paga un sueldo a los deportistas profesionales- el resto de deportes no sólo que no puedas vivir de ellos, es que te cuestan dinero. Si no encuentras un sponsor y te clasificas para un campeonato mundial, por ejemplo, los gastos para poder asistir tienen que salir de tu bolsillo. Es algo que no siempre se puede asumir. ¡Es una pena!”.
Villarreal y Cerezo, dos ejemplos de superación y auténtico amor por el deporte, sin duda, unos auténticos campeones.