Durante la semana en la que se celebraba el Festival, que tenía como sede el Mahidol College of Music de Bangkok, Escudero trabajó codo con codo con los intérpretes, llegados de diferentes países del mundo, para ensayar la pieza. Como parte de la programación del festival, los finalistas también ofrecieron conferencias sobre sus propias obras, intercalándose con diversos conciertos de música de nueva creación y conferencias de los compositores invitados, críticos, intérpretes, etc.
Este festival, según señala Escudero, “es una gran oportunidad para los jóvenes compositores de tomar contacto en primera persona con lo que acontece fuera de nuestras fronteras. En el caso de España, el paisaje es cada vez más desolador en lo que tiene que ver a estímulos para la creación cultural y eso no puede impedir que los compositores, en especial los jóvenes, desarrollemos nuestra formación y nuestro trabajo”. Al festival acudieron personalidades del mundo de la composición musical contemporánea así como instrumentistas especializados, que ya han abierto la puerta para nuevos proyectos internacionales a raíz de la obtención de este premio por parte del compositor manchego, que el año que viene finaliza sus estudios superiores de Composición y Oboe en el Conservatorio Superior de Música de Aragón.










































































