Cargando...«Es incierto que yo esté permitiendo, como Vicepresidente de la Diputación, que a Alcázar se le dé menos dinero que al resto de municipios». Así respondía José Fernando Sánchez Bódalo a las acusaciones que, durante los dos últimos plenos, se han estado vertiendo sobre su persona desde el Equipo de Gobierno. Acusaciones, que en el pleno de presupuestos, fueron realizadas por el propio alcalde de la localidad, Diego Ortega y que «no respetaron mi derecho a rebatir» -decía el edil socialista.
En este sentido, Sánchez Bódalo aseguró que entre 2012 y 2013 la Diputación provincial de Ciudad Real ha destinado para Alcázar de San Juan 2.337.000 euros para ayudas sociales, inversiones y planes de empleo; de los que 1.139.000 se destinaron para contratar a más de 600 personas. Comentó también que la institución provincial facilitó 1.014.000 euros que se han destinado a la remodelación de la Plaza Mayor, nuevas luminarias o los vestuarios del campo de fútbol, entre otras cosas. También resaltó que, en los últimos 9 meses -dentro del plan de emergencia social- la Diputación ha destinado 60.000 euros para los vecinos de Alcázar.
En relación a las ayudas sociales, en nombre del Grupo Municipal Socialista, Sánchez Bódalo aseguró que -desde que llegaron las ayudas de la Diputación para este fin- tienen la «sospecha» que se han «suprimido las ayudas de atención social del fondo local» -destinadas a cubrir suministros y alquileres de las familias más necesitadas, puesto que las ayudas de emergencia de la institución provincial van destinadas a necesidades básicas como la alimentación y la higiene. «Nos han comentado los vecinos que no se están concediendo». Por este motivo pedirán una comisión especial de servicios sociales solicitando información al respecto. «Esperamos que no sea así, de lo contrario estarían dejando a muchas familias desasistidas, ahora que es más necesario que nunca, dejándolas sólo en manos de las diferentes ONG´s». Aseguró que este fondo de atención social está incluido en los presupuestos y requerirán información acerca de cómo se está gestionando y si se están destinando estos recursos económicos «para lo que se tiene que gastar y no para otra cosa».
En cuanto a las afirmaciones vertidas por el Alcalde en el último pleno, relativas al ‘Plan Complementario de Obras’ de la Diputación, para el que se han destinado 2 millones de euros a repartir entre diferentes Ayuntamientos y del que Alcázar «no ha recibido nada». Sánchez Bódalo aclaró que se trata de un concurso público, al que se han presentado 104 proyectos de 101 municipios y 3 EATIM, de los que 71 han recibido subvención y 33 se han quedado fuera; entre ellos Alcázar de San Juan. «Su proyecto es el que peor puntuación ha obtenido de toda la provincia». A este respecto aseguró que «yo no tengo nada que ver aquí, es una comisión técnica la que valora y determina qué proyectos deben llevarse esta financiación. Me parece una desfachatez y una deshonra que pretendan acusarme de nada». El edil socialista quiso resaltar que «no es la primera vez que el Ayuntamiento de Alcázar pierde una subvención» e hizo mención a la que dejó de percibir por la Feria de los Sabores en 2011, «por no saber justificar el gasto», a las ayudas de emergecia de ese mismo año o al millón de euros que tuvieron que devolver del FOMIT. «Por la desidia, incompetencia y falta de trabajo del equipo de gobierno».
«DICTADOR NO ES UN INSULTO ES LA DESCRIPCIÓN DE UN COMPORTAMIENTO»
De esta forma justificaba Sánchez Bódalo las palabras que originaron el incidente en el último pleno y por las que fue expulsado. «El Alcalde me difamó y no me permitió explicar, ni me concedió mi derecho a réplica, legalmente establecido. Esto es un abuso de autoridad, más cuando estuve callado y no intervine en ningún momento en el debate plenario. Quien abusa de su autoridad es un dictador, según el diccionario, o al menos yo no encuentro otra palabra que lo defina. Por tanto, no es un insulto, es la descripción de un comportamiento. Ha habido debates mucho más densos en los plenos a lo largo de la historia y ningún alcalde ha tenido un comportamiento tan soberbio, autoritario e infantil». Sánchez Bódalo calificó a Diego Ortega como un alcalde «reacio a la transparencia y la democracia» y, para argumentarlo, recordó que «no admite preguntas orales de la oposición en las sesiones plenarias, ni concede el turno de alegaciones y se está cargando todos los sistemas de participación democrática y los sistemas de transparencia, como son las diferentes comisiones municipales, la comisión de compras y la mesa de contratación».
