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Desde hace unas semanas se ha desatado la polémica en el Centro Integral de Atención a Discapacitados Frida Kahlo, a raiz de la publicación de los pliegos de las condiciones técnico administrativas para la nueva licitación del servicio.
En la actualidad, el centro cuenta con un total de 80 usuarios: 24 usuarios en el centro de día y 9 más en el centro de mayores de 50 años, más 47 usuarios en el centro ocupacional. Usuarios que son atendidos por un total de 12 de profesionales: 1 terapeuta ocupacional, 3 auxiliares/cuidadores, 3 técnicos superiores de integración social (educadoras), 1 auxiliar de apoyo de comedor, 2 maestras de taller, 1 psicóloga y 1 auxiliar de servicio doméstico.
En los pliegos se recogen 8 usuarios menos: 22 en el centro de día, 8 en el centro de mayores de 50 años y 42 en el centro ocupacional y se reduce la plantilla en dos personas, manteniendo a todos los especialistas a excepción de 2 educadoras y un auxiliar de apoyo a comedor e incorporando a un responsable de mantenimiento.
Según la ley vigente, para este tipo de centros, en el centro ocupacional debe haber 1 educador por cada 30 usuarios, bajando a por cada 25 si presentan alguna alteración mental, así como 1 educador por cada 15 usuarios gravemente afectados. En el Frida Kahlo se presta servicio a 7 usuarios con diagnóstico y a otros tantos con sintomatología psicopatológica asociada. Con estos datos, se entiende que un sólo educador para los 47 usuarios del centro ocupacional, algunos de ellos gravemente afectados o con alteraciones mentales, está por debajo de las ratios marcadas por la ley y esto es lo que reivindican los padres y profesionales del centro.
Piedad Huertas y Elena Muela son dos familiares de usuarios del ‘Frida Kahlo’ que reivindican que se mantengan a todos profesionales que ahora se encargan de ofrecer el servicio de este centro. Aseguran que ya están «bajo mínimos» y que sustituir dos educadores y un auxiliar por un técnico de mantenimiento «no tiene sentido». Argumentan que el servicio de mantenimiento ya lo ofrece el Ayuntamiento, al tratarse de un centro municipal y que este puesto de trabajo no repercute directamente en sus hijos. «Que lo pongan si quieren, pero que mantengan el mismo número de educadoras y auxiliares, que son los profesionales que se encargan directamente de nuestros hijos y familiares». En la reunión mantenida con el alcalde de la localidad, Diego Ortega, lo único que sacaron en claro es que desde el Ayuntamiento consideran que el pliego de condiciones para la contratación y gestión del centro «se acoge a la ley» y que no iban a cambiarlo, «porque confían que la empresa que entre ofrezca mejoras. Pero no podemos esperar, queremos que se rectifiquen estos pliegos y nos ofrezcan la garantía que se va a mantener el servicio tal cual, con el mismo número de profesionales y ofreciendo la misma calidad en la atención». Estas dos madres explicaban que tampoco se había recogido en los pliegos el número total de usuarios, puesto que hay ocho que no figuran y que están en el centro. «¿Cómo pretenden ofrecer el mismo servicio con más usuarios y menos personal?. Es inexplicable». Comentaban que hay algunos usuarios que a su discapacidad añaden problemas mentales y necesitan de mayor atención, especialmente cuando sufren algún tipo de brote. «Si se reduce el personal no podrán atenderlos con dignidad y, si lo hacen, dejarán apartados a otros usuarios».
En resumen, los familiares de los usuarios del ‘Frida Kahlo’ no quieren que se prescinda de ningún profesional de los que ahora hay y que los pliegos de condiciones garanticen esto. «Si después la empresa que entre quiere ofertar mejoras, bienvenidas, pero asegurando que la plantilla se mantiene tal cual está ahora». Se han sentido «muy ofendidos» con las declaraciones del portavoz del equipo de Gobierno, Ángel Puente, en las que decía que estaban «manipulados por la oposición». A lo que responden que «no estamos manipulados por nadie, nos da igual la empresa o partido político que trabaje, lo que nos preocupa es la atención a nuestros hijos y familiares; por eso hemos pedido apoyo a todo el mundo. Queremos que nos den una respuesta, reunirnos con los responsables directos, que vean la realidad del centro y rectifiquen, en beneficio de los usuarios».
Por parte de los profesionales del centro están viviendo la misma preocupación que las familias «porque sabemos las necesidades reales de los usuarios, ya que estamos con ellos día a día» -comentaba la psicóloga del centro, Bárbara Gutiérrez- «No entendemos que en el pliego se quiten dos educadoras y un auxiliar de apoyo en el comedor y se sustituyan por un técnico de mantenimiento. Dicen que es para atender las necesidades detectadas pero no nos han preguntado ni a quiénes trabajamos en el centro, ni a las familias. Creo que un auxiliar o un educador es mucho más necesario que un técnico de mantenimiento. Además, no están cumpliendo la normativa en cuanto a lo perfiles y número de profesionales». Bárbara aseguraba que el convenio que regula sus puestos de trabajo establece que es obligatoria la subrogación del personal y que esto «no es lo que más les preocupa», sino que si se realizan los cambios previstos en los pliegos «el servicio va a perder mucha calidad y todas las familias vendrán a quejarse con razón».
Por la mesa informativa que situaron familiares y profesionales pasaron más de un centenar de personas que ofrecieron su apoyo. Están dispuestos a seguir realizando este tipo de acciones «si no nos dan pronto una solución». El alcalde de Alcázar, Diego Ortega, se acercó a dialogar con los familiares. No sabemos si en los próximos días llegarán a un acuerdo y se rectificarán los citados pliegos.
