Cargando...Coincidiendo con el inicio de la santa Cuaresma, la localidad toledana de El Toboso vivirá una intensa jornada de religiosidad y devoción durante el próximo viernes 2 de marzo, el primero de este mes, en torno a la imagen sagrada de Nuestro Padre Jesús Cautivo.
A primerísima hora de la mañana y coincidiendo con el rezo de laudes de las monjas trinitarias de clausura, se abrirán las puertas de la iglesia conventual del monasterio para que se inicie el acto de veneración y «besapiés» a N. P. Jesús. «La iglesia permanecerá abierta durante todo el día hasta bien entrada la noche, como así ha ocurrido otros años por la gran afluencia de fieles toboseños y de otros pueblos que se acercan hasta nuestro convento para cumplir con este rito del «primer viernes» de marzo», han precisado las religiosas a InfoParroquia.
A las 11:00 horas de la mañana está previsto la Santa Misa, celebración que presidirá el Capellán del Convento, Rvdo. D. Eduardo Toledo, y cantada por el coro de religiosas de clausura.
Una tradición del siglo XVII
La tradición nos habla de cómo el popular Cristo de Medinaceli, tallado por encargo del Duque de Medinaceli, fue recuperada de manos de los musulmanes, gracias a la valía de los Padres Trinitarios. Y como fue rescatado el viernes de Cuaresma de 1682, que coincidió con el primer viernes de marzo, surgió la devoción de llegar hasta él ese día del año y besar su pie con «una mirada desde el corazón» para exponerle los problemas del alma o pedir por familiares y amigos.
Gracias a la implantación de la Orden Trinitaria en El Toboso con la fundación, en 1680, del Monasterio de Religiosas Trinitarias Recoletas, desde el inicio de la actividad monacal el Convento siempre ha albergado una imagen del Cristo de Medinaceli fomentando así la piedad y devoción hacia esta imagen y, por ende, la práctica de la devoción el primer viernes de marzo de cada año.
Nuestro Padre Jesús Cautivo, de El Toboso
La actual imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, la que se venera en la Iglesia conventual del Monasterio de Trinitarias de El Toboso (Toledo) es obra de D. Francisco Romero Zafra, artista imaginero cordobés quien realizó esta obra tallada en madera y policromada en el año 2003. La imagen llegó a la Patria de Dulcinea gracias a la labor apostólica del religioso trinitario y toboseño P. Domingo Conesa Fuentes, fuerte entusiasta por difundir la devoción a Jesús Cautivo, tan propia de la Orden Trinitaria. Sustituyó a la antigua y venerada imagen del Cristo de Medinaceli, que aún se expone al culto en el coro alto conventual durante los meses de invierno al celebrarse en este lugar los oficios ordinarios de las monjas.
