El equipo de Gobierno planteará en un próximo Pleno municipal la revisión de la demarcación territorial de la Eatim de Cinco Casas para devolverle las 700 hectáreas que no se incluyeron en el convenio aprobado por el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan el pasado 6 de julio de 2010.
Así lo explicó este jueves el concejal de Urbanismo, Ángel Montealegre, quien compareció para salir al paso de una pregunta planteada en el último Pleno por el Grupo Socialista al alcalde, Diego Ortega, en la que le pedían que se posicionara sobre la posibilidad de modificar la demarcación y preguntaban qué pasará con el impuesto de las plantas termosolares.
Montealegre insistió en que el PSOE sólo pretende enfrentar a los vecinos de Alcázar y de Cinco Casas y aseguró que en aquel Pleno de 2010 el anterior equipo de Gobierno “mintió” al resto de concejales planteando una demarcación de la entonces pedanía en la que, según se aseguró, estaban de acuerdo todos los vecinos de la misma.
Esta demarcación aprobada constaba de 2.600 hectáreas, dejando fuera precisamente una planta termosolar, además de una importante porción de suelo rural. Pero es precisamente la presencia de la termosolar la que, según el equipo de Gobierno, está siendo utilizada por los socialistas para enfrentar a los vecinos por el IBI que cada año debe pagar la empresa y que asciende a 100.000 euros. La pregunta del PSOE viene a poner el acento en si el alcalde alcazareño está de acuerdo en que esa cantidad la cobre el Ayuntamiento de la Eatim a través de la inclusión de esas 700 hectáreas, o siga cobrándola el Consistorio alcazareño.
Para Montealegre, la polémica carece de sentido, dado que Cinco Casas sigue perteneciendo a Alcázar, que sigue aportando con arreglo al convenio un presupuesto anual de 250.000 euros para atender a los vecinos, al igual que se atiende al resto de vecinos de cualquier otro barrio. “El Ayuntamiento de Alcázar está dando a la Eatim más dinero del que se ingresa por la termosolar”, afirmó Montealegre, quien añadió que si se devuelven las 700 hectáreas a Cinco Casas “no se le estará haciendo ningún daño a Alcázar”, y calificó de “falacia” que se le vaya a quitar nada a los alcazareños.
“Ningún ciudadano de Alcázar está aquí para quitar nada a Cinco Casas o a Alameda de Cervera”, señaló. Asimismo, recordó que todo lo que sobrepase los 250.000 euros de presupuesto anual fijados tiene que aportarlo el Ayuntamiento de Alcázar, algo que se reducirá si Cinco Casas empieza a cobrar directamente el IBI de la única termosolar de las cuatro existentes en la zona que está dentro de la demarcación histórica de la Eatim. Montealegre también aclaró que éste es el único impuesto que genera la termosolar, dado que el ICIO, que ascendió a siete millones de euros, ya se pagó en su momento al Consistorio alcazareño.
Por su parte, el alcalde de Cinco Casas, Miguel Ángel Rosado, aclaró que lo único que quiere es devolver a la Eatim el territorio que le corresponde, “ni un metro más”, para “recuperar la dignidad y el honor” ante el empeño del PSOE en “seguir engañando a los vecinos de Cinco Casas y Alcázar”, y se mostró dispuesto a ir “casa por casa” informando a cada vecino acerca de la situación para que no sean engañados.
FALSO ACUERDO
También estuvo presente el teniente de alcalde de Cinco Casas, Manuel Gómez Machado, quien argumentó que la Junta de Comunidades se basó en un “falso acuerdo” entre el Ayuntamiento de Alcázar y los representantes de los vecinos de Cinco Casas para amparar la demarcación territorial aprobada. Sin embargo, Gómez Machado aseguró que el pueblo nunca fue informado de esta modificación de la demarcación histórica y que la comisión creada al efecto sufrió constantes cambios de sus miembros a petición, dijo, del entonces alcalde pedáneo, Julián Villar, candidato a la alcaldía por el PSOE en las primeras elecciones como Eatim.
El teniente de alcalde de Cinco Casas, que aseguró que los vecinos se sienten plenamente integrados en Alcázar, lamentó “la manipulación por intereses políticos” de Villar y Sánchez Bódalo y aclaró que los ingresos que lleguen a través de los impuestos de la planta termosolar “ya están consignados en el mantenimiento de Cinco Casas”, por lo que “sólo se trata de restaurar el error cometido por los anteriores gobernantes de este ayuntamiento, que por un egocentrismo paranoico se creyeron con derecho a modificar algo que estaba hecho antes de ellos haber nacido”.
Gómez Machado calificó por todo ello a Bódalo de “señor feudal” por su forma de proceder y no tener en cuenta la opinión de los vecinos, que llegaron a remitir al Ayuntamiento de Alcázar 180 firmas en contra de la demarcación que luego fue aprobada, y afirmó que Julián Villar actuó no en beneficio de los vecinos de Cinco Casas, ya que llegó a defender la demarcación territorial con sólo 2.600 hectáreas, sino por “intereses mezquinos” de carácter político.
Por último, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Alcázar, Enrique Ramos, aseguró que Sánchez Bódalo ha actuado como el “bombero pirómano”, que “se metió en un incendio y se queja de que ahora vengamos a apagarlo”. Ramos señaló que el anterior alcalde alcazareño se dejó llevar por el populismo y el electoralismo prescindiendo de todos los análisis jurídicos, económicos y políticos sobre este asunto y “jugó como un trilero para engañar a todos”. Así, indicó que quiso conceder a Cinco Casas la consideración de Eatim, pero sin garantizar el dinero suficiente para que la antigua pedanía mantuviera sus competencias.
Ramos concluyó señalando que el equipo de Gobierno lo único que pretende ahora es solucionar con justicia el problema de la demarcación territorial de Cinco Casas de forma que no haya ciudadanos de primera o de segunda y todos tengan el mismo presupuesto per cápita.