Como cada 3 de febrero, festividad de San Blas, los alcazareños están acudiendo masivamente a venerarlo a la parroquia de Santa María la Mayor.
Como es tradicional, junto con la visita al Santo todas las personas compran los tradicionales “Rosquillos de San Blas”, abogado de la garganta. La espera se realiza en el interior de la parroquia para comodidad de las personas que acuden a rezar al Santo, así como a comprar los rosquillos, evitando las largas colas que se formaban en la calle y el tiempo de espera en la misma en una mañana de invierno.
La iglesia ha abierto sus puertas a las 08:45 de la mañana, siendo ya cientos de personas las que estaban aguardando su turno a las 8:30.
Muchas personas, en el tiempo de espera realizan oraciones y peticiones al Santo, así como a la Virgen del Rosario, todavía expuesta por la festividad de la Candelaria, manteniendo el silencio en el templo.
En esta ocasión se han elaborado más de 5.800 bolsas por parte del grupo de voluntarias y voluntarios de la parroquia, que también están realizando una venta que se está desarrollando a muy buen ritmo y que se espera finalice “en poco tiempo”, señalaban a este medio desde la organización.