En el Centro de empresas se almacenan estos aparatos, un total de 2.224 de los 6.078 que se compraron por un coste de 664.793 euros, que contó con una subvención de 250.000, más la fianza que aportaban los ciudadanos a modo de alquiler de 30 euros que no recibían si se quedaban con el aparato, con lo que se recaudaron más de 115.000 euros. Con todo ello, el Ayuntamiento tuvo que pagar casi 300.000 euros sólo en aparatos a lo que hay sumar otras cuantías de software que superan los 232.000 euros y otras partidas menores, según Enrique Ramos.
El también concejal de Economía y Hacienda ha ofrecido estos datos a los medios de comunicación en base a un informe de Intervención de fondos que revela que el “coste de esta maravillosa experiencia, si hubiera llegado a funcionar”, porque “si la sofisticación de estos aparatos era la interactividad, no ha llegado a funcionar nunca el concepto interactivo, solo como decodificador que está muy superado ya”. “En esto empleaba los impuestos de los alcazareños Bódalo y el Partido Socialista”.
Montealegre, por su parte, ha añadido que al informe de Intervención se suma otro técnico que dice que “estos aparatos en la actualidad no sirven para nada”. Es, a su juicio, “un ejemplo del despilfarro”, teniendo en cuenta además que el software mhp “está obsoleto, se apostó por un sistema que no funcionó ni funciona”.
“La persona que dice que abandera la democracia y la transparencia no tuvo rubor para gastarse más de 50 millones de pesetas de los alcazareños”, ha asegurado Montealegre, quien ha criticado también que los libros de instrucciones tienen un saluda y una fotografía de Sánchez Bódalo en su primera página. “En esto se gastó el dinero, él tenía que dar explicaciones de esto, quien quiere dar ahora las lecciones de democracia. Quiero que los ciudadanos sepan el despilfarro tan impresionante del señor Bódalo”.
Junto a las cajas de los decodificadores se apilan otras que contienen tarjetas de plástico similar a las de crédito con un número PIN. Tanto Ramos como Montealegre han lamentado que ese PIN no se facilitara en un soporte más barato, porque no es un PIN electrónico y que ni siquiera se llegaran a repartir esas tarjetas entre los ciudadanos.