La hospitalización, la enfermedad aguda y el reposo prolongado en cama pueden acarrear el desarrollo o la progresión de discapacidad en una tercera parte de las personas mayores de 65 años y en el 50% de las que superan la edad de 85.
Uno de los factores que pueden minimizar la aparición de esta complicación es el cuidado que se da a los pacientes durante la hospitalización por parte del personal de enfermería.
Consciente de ello, la Dirección de Enfermería del Hospital General ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, lleva a cabo intervenciones que han demostrado ser eficaces en la reducción del deterioro funcional de las personas.
En este sentido, la División de Enfermería del Hospital Mancha Centro centra los cuidados en el paciente y los adapta en función de la valoración previa que realiza de su capacidad, teniendo en cuenta que cada uno de ellos es único y tiene unas necesidades concretas.
Una de las intervenciones dirigidas a la prevención de la discapacidad es la movilización precoz de los pacientes encamados, fundamentalmente de los ancianos. Para conseguirlo, se lleva a cabo una adaptación del entorno, en concreto, de la habitación en la que se encuentra ingresado, por ejemplo, a través de una acomodación del mobiliario que le permita movilizarse por sí mismo. Además de los programas de movilización precoz, otra de las actuaciones instauradas es el fomento de su autonomía, por mínima que sea, con el objetivo de prevenir la discapacidad.
Así mismo, la mejora de los cuidados de los pacientes ingresados requiere de un trabajo interdisciplinar -abordado por enfermeros, geriatras, fisioterapeutas, auxiliares de enfermería y celadores— y una formación especializada como la que se imparte en el hospital alcazareño. Ejemplo de ello son la sesión general de Enfermería y talleres prácticos que se están celebrando en el Mancha Centro sobre la movilización del paciente y el uso adecuado de los sistemas de ayuda para la movilidad.
COMPLICACIONES DE LA INMOVILIDAD
Entre los problemas que se derivan de la estancia prolongada en cama están las alteraciones en los sistemas cardiovascular, respiratorio, músculo-esquelético, nervioso y psicológico, digestivo, metabólico y hormonal, génito-urinario y, por último, alteraciones en la piel.
Para prevenir todos estos trastornos derivados del encamamiento prolongado, es necesario fomentar al máximo la movilidad del paciente, ya sea de forma pasiva, cuando no exista otra opción, o activa cuando sea posible su colaboración, tal y como señala Francisco Javier García Castillo, fisioterapeuta del Hospital Mancha Centro y formador de los profesionales en este tema.