En concreto harán una vigilia de oración en el Colegio de Las Trinitarias este viernes a las 8 de la tarde con la presencia de un testimonio real y el día 24 a las 11 y media se leerá un manifiesto en la Castelar. En este documento denuncian la dificultad con la que se encuentran estas personas para acceder a los derechos fundamentales, porque “todavía hay muchos muros que derribar” que hacen que en este momento sigan siendo “personas invisibles”, pero “no forman parte del mobiliario urbano, sino que están sujetos a derecho de tener unos ingresos para vivir y que se les garanticen los sistemas de protección social”, señaló el sacerdote Ambrosio León.
Sin embargo, la tasa de pobreza ha aumentado en España y hay más personas con dificultades, mientras que las administraciones “ponen restricciones y limitaciones”, lo que endurece aun más la situación de las personas “sin papeles” que “necesitan la misma protección social o más que el resto”. En base a estas consideraciones, el lema de este año es “Son derechos, no regalos. Nadie sin hogar”, indicó León.
CENTRO SAMARÍA
Samaría es el centro de atención a los ‘sin techo’ que tiene Cáritas en Alcázar de San Juan, un recurso que atiende una media de 600 personas al año, de las que un 10% son mujeres. Del total, el 33% son inmigrantes y el resto de España. El origen de los inmigrantes es de la Unión Europea en un mayor número, a los que les siguen, en este orden, ciudadanos procedentes de África, América, Asia y el resto de los países de Europa.
Según explicó su director, José Álvarez, en este centro prestan servicio de comedor, alojamiento, ropa, farmacia, teléfono, higiene e información, entre otros, pero “entiendo que el de mayor trascendencia es el dar la oportunidad de recuperar el camino perdido hace tiempo”.
Durante el año 2011 estuvieron 27 personas recuperándose en este centro de adicciones diversas, así como recobrando “la ilusión por vivir y los motivos para reincorporarse a la sociedad”, ya que en Samaría han comprobado que “estar en situación sin hogar responde a una situación de exclusión” a la que han llegado tras vivir hechos traumáticos como situaciones graves de salud, orfandad temprana o dependencias. Y si antes estas personas tenían dificultades para acceder a prestaciones sanitarias, residencias de mayores o ayudas, ahora “para ellos es imposible”, por lo que reclaman a las administraciones públicas que se les garantice la protección social.
La situación económica actual también ha producido un aumento en la demanda de ayuda para garantizar la subsistencia de familias que han perdido su trabajo y que se ven en situaciones límites para sobrevivir, de ahí que se haya incrementado el número de casos que atiende Cáritas por este motivo.








































































