Antonio Quintanar ya había presentado sus particulares interpretaciones fotográficas de la ciudad en una colección de postales coloreadas, pero ahora se atreve a mostrar sus creaciones en formato mayor. Aunque el nombre de esta colección hable de un instante no se trata de simples instantáneas sino de una recreación sobre un formato digital propicio para el retoque, en un proceso que ahora se realiza mediante la informática y en otros tiempos por medios mecánicos como ampliadoras, virados y fórmulas químicas.
El concejal de cultura, Benedicto Úbeda, destacaba precisamente la calidad de este trabajo que de alguna manera transforma elementos muy conocidos de la ciudad.
La exposición consta de más de 50 imágenes que Quintanar ha realizado en los dos últimos años de una forma un tanto espontánea en lo que se refiere a capturar la imagen. Después las manipula mediante fotomontajes en algunas ocasiones (modificando los ángulos y mezclando elementos que, físicamente, están separados) y transformando los colores. Así les imprime a los paisajes urbanos tonos azulados en unas ocasiones y en otras acentúa los tonos herrumbrosos de algunos detalles, sobre todo en el caso de que el motivo esté relacionado con la maquinaria o el ferrocarril, que ocupa buena parte de la obra. Su intención, tal como él mismo asegura, es puramente esteticista, es decir, el autor quiere que su obra guste, que sea atractiva.
La exposición estará abierta en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura (situada en la planta baja del edificio de la antigua Ferroviaria) en horario de mañana y tarde, de 12 a 2 y de 7 a 9.