Longinos Abengózar se ha mostrado emocionado y agradecido por el gesto del pueblo de Alcázar de San Juan para con su persona, un nombramiento como Hijo Predilecto que ha querido compartir con todos aquellos alcazareños que viven fuera y que «son tan merecedores como yo».
El sacerdote ha contado algunas de las anécdotas de su paso por algunos pueblos de la provincia de Huelva, donde ejerce su labor sacerdotal. En este sentido ha hablado de Calañas, primer pueblo en el que estuvo como párroco nada más cantar misa, de lo que mañana, 17 de junio hará 46 años. Después, el obispo de entonces, al que ha imitado hablando de forma cariñosa, le envío a Santa Olalla, donde el actual alcalde, presente en el acto fue monaguillo con el sacerdote cuando era niño. El sacerdote ha explicado las reticencias iniciales que tuvo cuando lo enviaron a este municipio limítrofe con Extremadura y el trabajo que le costó marchase después de allí, donde montó una romería y creó una rondalla, entre otras acciones.
Desde hace 27 años está en Aracena, algo que consideraba inalcanzable antes de cantar misa. En estos años ha conseguido ganarse el cariño de sus habitantes, como lo había hecho antes de los otros pueblos. En Aracena ha conseguido aunar esfuerzos para conseguir finalizar las obras de la parroquia, inconclusas desde hacía 480 años y con un coste superior a los 3 millones de euros. Este junto a otros méritos hicieron que el obispo le nombrara en octubre de 2011, canónigo de la Catedral de Huelva.
Ante la presencia de numerosos alcazareños y gentes de Aracena, Santa Olalla y Calañas, Longinos Abengózar va a ser nombrado Hijo Predilecto de Alcázar de San Juan en el Auditorio Municipal en un acto que comenzará a las 8 y media de la tarde.