Un buen número de vecinos de Calañas, Santa Olalla del Cala y Aracena, con su alcalde, Manuel Guerra, a la cabeza, arroparon a Longinos Abengózar en este emotivo acto, junto a amigos y familiares de Alcázar. También asistieron el vicario episcopal para la Celebración de la Fe de la Diócesis de Huelva, Diego Capado, y el deán de la Catedral de Ciudad Real, Antonio Lizcano.
El homenaje comenzó con una recepción oficial de la Corporación alcazareña al nuevo hijo predilecto y a todos sus acompañantes en el Salón Noble del Ayuntamiento. Allí el alcalde, Diego Ortega, les dio la bienvenida y se produjo un intercambio de regalos entre las autoridades y al homenajeado.
Posteriormente dio comienzo en el Teatro Auditorio el acto de nombramiento, que se inició con las palabras del responsable de la Comisión Organizadora del mismo, Miguel Ángel Abengózar, quien destacó que hasta llegar a este acto se trabajó durante cuatro años. En este tiempo, se produjo en el Ayuntamiento una primera votación en el Pleno en la que se rechazó el nombramiento. Finalmente, el pasado año, ya con el cambio de Gobierno municipal, salió adelante la propuesta.
Miguel Ángel Abengózar agradeció por tanto al Consistorio que finalmente apoyara la iniciativa, así como las adhesiones de los obispados de Huelva y Ciudad Real, los sacerdotes y párrocos de Alcázar, las cofradías onubenses y alcazareñas o las diferentes congregaciones de religiosas de la localidad.
Acto seguido, el director del Patronato Municipal de Cultura, José Fernando Sánchez Ruiz, dio lectura al acta oficial del acuerdo de nombramiento de Hijo Predilecto, tras la que se proyectó un video en el que se repasaba la vida de Longinos Abengózar incluyendo testimonios de familiares y amigos.
A continuación tomaron la palabra las diferentes autoridades asistentes al acto. Así, el alcalde de Aracena calificó de “entrañable” a Longinos Abengózar y confesó sentirse en Alcázar como en casa debido a que la localidad manchega está plenamente incorporada “al mapa común de la geografía sentimental de los araceneros” gracias al homenajeado.
Manuel Guerra destacó de él su labor “intensa y fructífera” durante tres décadas en tierras onubenses y subrayó su “identidad andaluza”. También señaló que es un “brillante orador que remueve conciencias” como un “gran pregonero”. Asimismo, insistió en que “ha recuperado del abandono los templos de su parroquia dando lecciones de recuperación del patrimonio” y ha conseguido la finalización de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, la mayor de la Diócesis de Huelva.
Por su parte, el vicario episcopal para la Celebración de la Fe intervino para leer una carta del obispo de Huelva, José Vilaplana, en la que mostraba su apoyo a Longinos Abengózar y le felicitaba por su nombramiento de Hijo Predilecto.
El alcalde de Alcázar recordó durante su intervención el momento en que ambos se conocieron, cuando Longinos se refirió a él como “el hijo de la Margaritina”. Diego Ortega afirmó que oír hablar del hijo predilecto “es oír hablar de Alcázar, de la Virgen del Rosario y de Jesús Nazareno”. Además, le pidió que rece por su pueblo.
Momentos antes del acto, el alcalde señaló sobre el nombramiento de Hijo Predilecto a Longinos Abengózar que “si él no lo merece, no lo merece nadie”, ya que reúne “sobrados motivos” para esta distinción. Según dijo, durante las últimas décadas ha llevado el nombre de Alcázar por tierras andaluzas, por lo que reconoció en él su “carácter de embajador”.
Asimismo, destacó su “espíritu de entrega y de servicio” a través de su labor pastoral, siempre con una actitud de sencillez y cercanía, y un carácter “alegre y transparente con todos los que se le acercan”. En este sentido, señaló que en tiempos tan difíciles transmite a todos mensajes de esperanza, con fidelidad al testimonio de Jesucristo, con confianza en Dios y atendiendo a los valores del Evangelio.
Finalmente, Longinos Abengózar, que recibió del alcalde un diploma de honor y una Biblia como regalo, comentó que si durante años ha llevado el nombre de Alcázar por el mundo con orgullo, ahora su sentimiento al ser nombrado Hijo Predilecto va más allá de la satisfacción y se convierte en “compromiso y exigencia” para seguir mostrando su respeto por Alcázar y su gente, “responsable y trabajadora”.
Longinos comentó que a lo largo de su trayectoria se ha dedicado fundamentalmente a trabajar por valores como la justicia y la libertad, algo que, según dijo, “he mamado de mi pueblo”. Por último, afirmó no sentirse merecedor de este nombramiento, ya que él sigue viéndose como “el chico de Venturilla y la Lucía”.
El acto finalizó con la actuación de la Asociación de Coros y Danzas, que interpretó diversos cánticos dedicados a Alcázar y a la Virgen del Rosario en homenaje a Longinos Abengózar.