Castilla-La Mancha apuesta por industrializar el sector de la construcción dado su valor en la economía regional y su relevancia en el camino hacia la sostenibilidad. Un cambio de paradigma en el que la metodología BIM juega un papel protagonista.
Castilla-La Mancha también quiere sumarse al boom de la construcción industrializada, un sistema que está llamado a solventar dos de los grandes problemas que adolece el sector: la falta de mano de obra y la baja productividad. Asimismo, la industrialización de los procesos constructivos promueve la sostenibilidad y la eficiencia energética al evitar hasta un 60% de los residuos en obra. En definitiva, un modelo innovador en el que la apuesta por la digitalización, con el uso de la metodología BIM (Building Information Modeling), es también una de sus señas de identidad.
La Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Ciudad Real celebró a finales de abril la jornada La industrialización en el sector de la construcción en la que se reflexionó sobre los beneficios de fomentar la construcción industrializada. Una nueva forma de entender la edificación que cuenta con el respaldo de la Junta de Castilla-La Mancha, tal y como lo puso de manifiesto la consejera de Economía, Empresas y Empleo de la Junta, Patricia Franco que recordó la importancia que tiene este sector en la economía de la región, al representar el 5,8% del PIB, un punto por encima de la media estatal, y movilizar en salarios más de 1.500 millones de euros, lo que supone un 7,3 por ciento del volumen total de salarios en Castilla-La Mancha. Asimismo, Franco remarcó el “marcado carácter industrial” de la región, donde el 19,3% del PIB procede de actividades industriales.
En el foro, que sirvió para acercar a las empresas y profesionales del sector las nuevas soluciones constructivas que han llegado de la mano de la industrialización, también se constató la necesidad de la colaboración entre la Administración pública y las empresas privadas “para avanzar hacia una sociedad y una economía cada vez más industrializadas”.
Menos residuos y más sostenible
Pero más allá de los aspectos económicos, la apuesta por la construcción industrializada supone también una defensa del medio ambiente y de la sostenibilidad. Y es que construir en entornos controlados, como los que promueve esta nueva forma de edificar, conlleva una serie de beneficios entre los que se incluye una optimización de los recursos materiales y la reducción de posibles despuntes y residuos en el propio proceso de fabricación.
Aunque establecer un porcentaje de reducción de residuos en base a la comparación entre construcción industrializada y tradicional es un ejercicio complejo, ya hay estudios que confirman que la reducción de residuos con metodologías industrializadas puede suponer más de un 60% comparativamente.
Ahora bien, es fundamental mejorar la precisión en la gestión de residuos en proyectos residenciales y establecer criterios unificados y normalizados para la cuantificación y clasificación de los residuos.
Por otra parte, la construcción industrializada está íntimamente ligada a la digitalización o, lo que es lo mismo, al uso de la metodología BIM. Y es que este trabajo colaborativo permite a los agentes del sector AECO anticiparse a imprevistos y ahorrar tiempos y costes. De ahí que cada vez sean más los profesionales que deciden actualizar su formación y se afanan en buscar el mejor máster BIM del mercado.