Nos encontramos en pleno verano, época en que pasamos mucho más tiempo al aire libre. Es el momento de disfrutar de piscinas, terrazas, excursiones por el campo y del jardín de casa, nuestra piel está más expuesta, con lo que el riesgo de picaduras de insectos es mayor.
Aunque las picaduras de mosquitos son las más habituales en verano, también son frecuentes las de abejas o avispas, arañas, tábanos y más raramente las pulgas.
¿Se pueden diferenciar unas picaduras de otras?
Normalmente las picaduras producen una reacción inflamatoria local denominada roncha o habón. Además, hay enrojecimiento y dolor, aunque este último no siempre está presente.
- La picadura de mosquito se caracteriza por enrojecimiento, hinchazón, picazón intensa. Los síntomas pueden durar un par de días, y, al rascarse, el picor se reactiva.
- Las picaduras del mosquito tigre que, además de causar picor e inflamación, pueden originar síntomas como fiebre, cefaleas, dolor en las articulaciones, enrojecimiento de la cara y el cuerpo, e intolerancia a la luz.
- Las picaduras de pulgas son muy reconocibles por su disposición en hilera o grupos. Son más pequeñas que las de mosquito, pero son más molestas en cuanto a picor y escozor.
- Las arañas dejan una picadura en la que se suelen observar dos puntos, que corresponden a la mordida y en ocasiones aparece una ampolla que contiene líquido.
- Las picaduras de abejas o avispas se diferencian de las de los mosquitos porque se ve la marca de dónde se ha clavado el aguijón. Un síntoma muy característico es el ardor y dolor que puede durar varios días.
¿Cómo se tratan?
En la mayoría de los casos se pueden tratar fácilmente en casa de la siguiente forma:
- Lavar bien el área afectada con agua y jabón antes de aplicar ningún tratamiento.
- Habitualmente, se utiliza frío local (por ejemplo, hielo envuelto en un trozo de tela durante 10 minutos y repetir según necesidad).
- La aplicación tópica de amoniaco puede ser eficaz para aliviar las molestias
- Si la reacción local es muy intensa se pueden aplicar loción de calamina o corticoides tópicos de potencia débil en la zona de la picadura.
- Si hay molestias generales se puede administrar un antinflamatorio oral y si hay picor, se puede tomar a un antihistamínico oral.
- En caso de haber sido picado por una abeja, verificar si persiste el aguijón y retirarlo raspando con la parte posterior de algún objeto de borde recto. No deberían utilizarse pinzas, ya que éstas pueden apretar el saco del veneno y aumentar la cantidad liberada.
Si se trata de pacientes alérgicos, reacciones exageradas o las molestias son importantes, entonces debe acudir al médico.
¿Se pueden prevenir?
Para evitar las picaduras se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Si la temperatura lo permite, mantenga cubierta la mayor parte de su cuerpo.
- Utilice ropa sin colores chillones ya que éstos atraen a los insectos.
- Evite utilizar cremas o colonias con olor intenso mientras se encuentre al aire libre.
- Utilice mosquiteras en ventanas y/o sobre las camas y las cunas de bebé.
- Aplíquese repelente de mosquitos en las zonas descubiertas. Los repelentes de mosquito que pueden usarse son a base de citronela o a base de DEET o picaridina. Estos últimos pueden usarse en adultos y en niños a partir de los 2 meses de edad.
- Evite comer al aire libre, pues el olor a comida atrae a los insectos.
- No espante con movimientos bruscos a las abejas o avispas.
- No camine descalzo por la naturaleza y evite zonas húmedas y con mucha vegetación.
Para recordar
Si padece una alergia grave a las picaduras de insectos, debe llevar siempre un antihistamínico o adrenalina para administrar en caso de picadura. Debe buscar atención médica si la hinchazón de la picadura empeora, si existe cualquier signo de infección o si no se encuentra bien tras la picadura.
Sagrario Pérez de Agreda Galiano
Farmacéutica adjunta al Centro de Información del Medicamento
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real